Cuando se reordenan los cromosomas, se puede alterar el orden normal y el espaciamiento de los genes. Esto puede afectar la expresión genética, que es el proceso mediante el cual los genes se convierten en proteínas. La expresión genética puede aumentar, disminuir o incluso desactivarse si se reorganizan los cromosomas.
La alteración de la expresión genética puede tener una amplia gama de efectos en el organismo. Por ejemplo, una reordenación que afecta a un gen esencial para el desarrollo puede provocar defectos de nacimiento o incluso la muerte. Un reordenamiento que afecta a un gen importante para la función inmune puede hacer que el organismo sea más susceptible a las enfermedades.
En general, la reordenación de los cromosomas puede afectar significativamente el funcionamiento del organismo y tener graves consecuencias.