1. Sigilo: Los nematodos pueden evadir la detección de las plagas mediante el uso de una variedad de técnicas sigilosas. Por ejemplo, algunos nematodos secretan una sustancia que enmascara su olor, lo que dificulta que las plagas los localicen. Otros tienen una forma corporal que les permite moverse por el suelo o el agua sin alterar el entorno.
2. Penetración: Una vez que un nematodo ha localizado una plaga, debe penetrar el cuerpo de la plaga para poder alimentarse y reproducirse. Los nematodos tienen una serie de adaptaciones que les permiten hacer esto, incluidos dientes o estiletes afilados y enzimas que pueden disolver la cutícula de la plaga.
3. Reproducción: Los nematodos pueden reproducirse rápidamente, lo que les permite abrumar rápidamente a una población de plagas. Algunos nematodos incluso se reproducen asexualmente, lo que significa que pueden reproducirse sin pareja.
4. Especificidad del anfitrión: Algunos nematodos sólo pueden infectar a un número limitado de especies hospedadoras. Esto puede ser beneficioso para plantas y animales, ya que significa que es menos probable que sean atacados por una amplia variedad de nematodos.
5. Mutualismo: Los nematodos también pueden formar relaciones mutualistas con otros organismos, como plantas y bacterias. Estas relaciones pueden proporcionar a los nematodos protección contra los depredadores y acceso a los alimentos, mientras que los otros organismos se benefician de la capacidad de los nematodos para controlar las plagas.
Al utilizar estas estrategias, los nematodos pueden burlar las defensas de las plagas y causar daños importantes a los cultivos y al ganado. Sin embargo, los investigadores también están desarrollando nuevas formas de controlar los nematodos, como el uso de agentes de control biológico y variedades de plantas resistentes.