El estudio, publicado en la revista Nature, analizó los genomas de dos especies de celacanto:el celacanto de Indonesia (Latimeria menadoensis) y el celacanto del Océano Índico Occidental (Latimeria chalumnae). Los investigadores descubrieron que las dos especies comparten un ancestro común que vivió hace unos 66 millones de años. Desde entonces, las dos especies divergieron y evolucionaron de forma independiente.
Los investigadores identificaron 61 nuevos genes que han evolucionado en el celacanto desde su ancestro común con el celacanto del Océano Índico Occidental. Estos genes participan en una variedad de funciones, incluida la respuesta inmune, la reproducción y el metabolismo. Los investigadores creen que estos nuevos genes han ayudado al celacanto a adaptarse a su entorno cambiante y sobrevivir durante millones de años.
El hallazgo de que el celacanto ha desarrollado nuevos genes desafía la visión tradicional de esta especie como un fósil viviente. Sugiere que el celacanto es una especie dinámica que ha seguido evolucionando con el tiempo. Este hallazgo también tiene implicaciones para nuestra comprensión de la evolución. Muestra que incluso las especies que han permanecido prácticamente sin cambios durante millones de años aún pueden desarrollar nuevos genes y adaptarse a su entorno cambiante.