Sí, los insectos pueden engordar. Los insectos almacenan el exceso de comida en forma de grasa, que puede acumularse en sus cuerpos si comen más de lo que necesitan o si no pueden hacer ejercicio. Sin embargo, los insectos son generalmente muy activos y queman rápidamente el exceso de calorías. Por eso la mayoría de los insectos no son muy gordos.