Las células B son glóbulos blancos que producen anticuerpos, que son proteínas que ayudan al sistema inmunológico a combatir las infecciones. A medida que las células B se desarrollan, pasan por un proceso de maduración durante el cual adquieren la capacidad de producir anticuerpos que son cada vez más específicos para un antígeno particular, la molécula extraña que desencadena una respuesta inmune.
En el nuevo estudio, publicado en la revista Nature Immunology, los investigadores se centraron en un tipo de célula B llamada célula B de zona marginal. Estas células se encuentran en el bazo y son responsables de producir anticuerpos contra las infecciones bacterianas.
Los investigadores utilizaron una variedad de técnicas, incluida la secuenciación e imágenes de ARN unicelular, para rastrear el desarrollo de las células B de la zona marginal. Descubrieron que a medida que estas células maduran, sufren una serie de cambios en la expresión genética, lo que conduce a la producción de anticuerpos con una especificidad cada vez mayor.
Los investigadores también identificaron una molécula clave, llamada factor de transcripción BACH2, que es esencial para la maduración de las células B de la zona marginal. BACH2 ayuda a regular la expresión de genes implicados en la producción de anticuerpos y la supervivencia celular.
Los hallazgos proporcionan nuevos conocimientos sobre el proceso de maduración de las células B y podrían conducir a nuevas estrategias de vacunas y tratamientos para los trastornos autoinmunes. Por ejemplo, al comprender cómo las células B se afinan para combatir las infecciones, los científicos podrían diseñar vacunas que sean más efectivas para inducir la producción de anticuerpos protectores. Además, al apuntar a la molécula BACH2, puede ser posible tratar trastornos autoinmunes en los que el sistema inmunológico ataca por error los propios tejidos del cuerpo.
"Nuestros hallazgos proporcionan una hoja de ruta detallada sobre cómo las células B de la zona marginal se desarrollan y maduran hasta convertirse en fábricas productoras de anticuerpos", dijo el autor principal, el Dr. Alexander E. Psaila, becario postdoctoral en el Laboratorio de Biología de Sistemas del NIAID. "Este conocimiento podría conducir a nuevas formas de aprovechar el poder del sistema inmunológico para combatir infecciones y tratar enfermedades".
"Este estudio es un gran ejemplo de cómo la investigación básica puede conducir a nuevos conocimientos sobre el sistema inmunológico y nuevas terapias potenciales", afirmó el director del NIAID, el Dr. Anthony S. Fauci. "Comprender los mecanismos de maduración de las células B es esencial para desarrollar nuevas vacunas y tratamientos para una amplia gama de enfermedades".