El estudio, publicado en la revista "PNAS", encontró que las abejas utilizan dos mecanismos principales de alimentación:el "reflejo de extensión de la probóscide" y el "mecanismo de lengüeta en ranura". El reflejo de extensión de la probóscide se utiliza cuando el néctar es abundante e implica que la abeja extienda su larga lengua para alcanzar el néctar. El mecanismo machihembrado se utiliza cuando el néctar escasea y consiste en que la abeja inserta su lengua en los pequeños surcos de las flores para extraer el néctar.
Los investigadores llevaron a cabo su estudio filmando a las abejas mientras se alimentaban de flores artificiales que contenían diferentes cantidades de néctar. Descubrieron que las abejas cambiaban entre los dos mecanismos de alimentación dependiendo de la cantidad de néctar disponible. Cuando el néctar abundaba, las abejas utilizaban el reflejo de extensión de la probóscide, y cuando el néctar escaseaba, utilizaban el mecanismo de lengüeta en ranura.
Los investigadores dicen que su estudio proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las abejas adaptan su comportamiento alimentario a diferentes condiciones de recursos. Esta información podría ser útil para desarrollar nuevas estrategias que ayuden a las abejas a prosperar en un entorno cambiante.
Además de los dos mecanismos de alimentación principales, los investigadores también observaron un tercer mecanismo de alimentación que utilizaban las abejas cuando el néctar era muy escaso. Este mecanismo implicaba que las abejas mordieran las flores y luego lamieran el néctar que rezumaba.
Los investigadores dicen que su estudio es el primero en proporcionar un análisis detallado de los diferentes mecanismos de alimentación utilizados por las abejas melíferas. Esperan que sus hallazgos ayuden a mejorar nuestra comprensión de cómo las abejas melíferas interactúan con su entorno.