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Las nuevas farolas energéticamente eficientes están desempeñando un papel importante en la influencia del comportamiento de los insectos, dice NIWA.
El descubrimiento proviene de un estudio de cuatro años que investigó Ōtautahi, el cambio de la ciudad de Christchurch de farolas antiguas, como lámparas amarillas de sodio de alta presión (HPS), a diodos emisores de luz (LED) azul-blancos.
Este cambio representa un ahorro significativo en los costos operativos y promete reducir las emisiones de carbono, pero se sabe poco sobre los impactos ecológicos en la vida silvestre, particularmente en los insectos de agua dulce que viven cerca de las vías fluviales urbanas.
Los insectos de agua dulce son una piedra angular importante del ecosistema, ya que proporcionan alimento a animales como peces y aves. La contaminación lumínica ha contribuido a que el número de insectos caiga en picado en las zonas urbanas del mundo, lo que tiene un efecto en cadena en toda la cadena alimentaria. En particular, se sabe que la luz azul afecta el comportamiento de muchos insectos.
NIWA creó un mapa del paisaje de luces de toda la ciudad para observar las áreas claras y oscuras de Christchurch bajo diferentes escenarios de iluminación de las calles. Los científicos llevaron a cabo una serie de experimentos utilizando diferentes tipos de farolas a escala operativa para comprender qué luces son más atractivas para los diferentes insectos voladores.
Descubrieron que el cambio a LED azul-blanco de 4000 K de HPS ha visto una reducción en la atracción de insectos en varios lugares, contrariamente a las predicciones porque los LED emiten más luz azul que las lámparas HPS.
La ecologista de agua dulce de NIWA, la Dra. Michelle Greenwood, dirigió el proyecto Smart Idea. Ella dice que sus hallazgos pueden parecer contradictorios, pero es porque la intensidad de la luz estaba jugando un papel más importante.
"Si bien muchos insectos generalmente se sienten más atraídos por los LED que emiten luz azul, el cambio de HPS a LED en realidad ha visto una reducción en la atracción de insectos en la mayoría de los sitios que estudiamos. Esto se debe a que la intensidad de la luz tiene un mayor impacto y las luces HPS a menudo emiten más luz que los LED", dijo el Dr. Greenwood.
Como era de esperar, los experimentos también mostraron que muchos insectos se sintieron más atraídos por los LED que emitían niveles más altos de luz azul en comparación con los LED con menos luz azul o sin ella.
"Esto significa que es probable que el uso de luces que emitan menos luz azul beneficie a ciertos grupos de insectos, en particular polillas, tricópteros y efímeras, y la magnitud del efecto depende de la intensidad de luz relativa y el espectro de color de las lámparas que se reemplazan. Colocar las luces más lejos de vías fluviales o detrás de pantallas como las plantas ribereñas, cuando sea posible, probablemente también reducirá la atracción de los insectos de agua dulce hacia las farolas", dijo el Dr. Greenwood.
Alrededor de 370 000 farolas en Nueva Zelanda han sido reemplazadas por LED de bajo consumo, principalmente aquellos que emiten luz azul-blanca. Este estudio espera ayudar en el diseño de planes de alumbrado público ecológicamente sensibles y ayudar a identificar áreas críticas donde se pueden requerir soluciones alternativas de iluminación. Una nueva estrategia para crear luz azul a partir de un material prometedor