* la atmósfera de la Tierra: La atmósfera de la Tierra absorbe la mayoría de las radiografías, evitando que lleguen al suelo. Es por eso que los telescopios de rayos X se lanzan al espacio, sobre la atmósfera.
* Ruido de fondo: La atmósfera de la Tierra, e incluso el telescopio en sí, emite algunos rayos X, creando ruido de fondo que puede interferir con la detección de señales débiles de estrellas distantes.
* Campo magnético de la Tierra: El campo magnético de la Tierra desvía algunas radiografías, lo que dificulta detectarlas desde ciertas direcciones.
* Tiempo de visualización limitado: Un telescopio a base de tierra solo puede observar el cielo cuando no está bloqueado por el sol o la luna. Esto significa que hay períodos significativos de tiempo en los que no puede observar las radiografías de estrellas distantes.
* Sensibilidad limitada: Si bien algunas radiografías pueden penetrar la atmósfera, los telescopios a base de tierra son significativamente menos sensibles a estos rayos X en comparación con los telescopios basados en el espacio.
Por lo tanto, mientras que un telescopio de rayos X basado en la Tierra puede detectar algunos rayos X de estrellas distantes, sus observaciones estarán limitadas por los factores mencionados anteriormente. Es por eso que la mayoría de la astronomía de rayos X se realiza con telescopios basados en el espacio.