1. Calor y energía:
* El sol proporciona la tierra con calor y energía. Esta energía calienta la superficie del océano.
* El agua oceánica cálida (al menos 80 ° F o 26.5 ° C) actúa como combustible para los huracanes, proporcionando la humedad y el calor que necesitan para desarrollar.
2. Humedad:
* La energía del sol provoca evaporación del océano, creando mucha humedad en la atmósfera.
* Esta humedad se eleva a la atmósfera, se enfría, condensas y libera calor. Este proceso, llamado Liberación de calor latente , alimenta el crecimiento del huracán y fortalece sus vientos.
3. Inestabilidad atmosférica:
* La energía del sol crea diferencias en la temperatura y la presión en la atmósfera, lo que lleva a la inestabilidad.
* Esta inestabilidad facilita el aumento del aire cálido y húmedo, lo que lleva a la formación de tormentas eléctricas que eventualmente pueden convertirse en huracanes.
4. Efecto Coriolis:
* La rotación de la Tierra crea el efecto Coriolis, que hace que los vientos se curven.
* Este efecto ayuda a organizar tormentas eléctricas en un sistema de tormentas giratorias, dando a luz un huracán.
En resumen:
La energía del sol impulsa los procesos que crean las condiciones necesarias para que se formen los huracanes. Sin embargo, el sol no causa directamente huracanes; Simplemente proporciona la energía que los hace posible.