* Dispersión atmosférica: Cuando la luz del sol pasa a través de la atmósfera de la Tierra, la luz azul se dispersa más que otros colores. Es por eso que el cielo es azul durante el día. A medida que sale el sol y la luna sale, la luz tiene que viajar a través de más atmósfera. Esto significa que se dispersa más luz azul, dejando atrás las longitudes de onda más rojos, que nuestros ojos perciben como amarillos o naranjas.
* Hora del día: Alrededor de las 8 pm, la luna a menudo es relativamente baja en el cielo. Esto significa que la luz tiene que viajar a través de una capa más gruesa de atmósfera, lo que lleva a más dispersión y una apariencia de amarre.
* Contaminación del aire y polvo: La contaminación y las partículas de polvo en el aire también pueden contribuir a la dispersión y mejorar el tono amarillo o naranja.
Nota importante: La luna en sí no cambia de color. Su superficie refleja la luz solar, y el color aparente que vemos es el resultado de la forma en que la luz se filtra por la atmósfera de la Tierra.