1. Tierra en el centro: La tierra se consideraba el centro del universo, con todos los demás cuerpos celestes que giraban a su alrededor.
2. Esferas dentro de las esferas: El universo fue imaginado como una serie de esferas concéntricas, como una cebolla gigante. Cada esfera contenía un cuerpo celestial:la luna, el sol, los planetas y las estrellas.
3. Movimiento circular perfecto: Se creía que todos los cuerpos celestes se movían en círculos perfectos, considerados la forma geométrica más perfecta, a velocidades constantes. Esto se basó en la creencia de que los cielos eran perfectos e inmutables.
4. El motor principal: Más allá de la esfera más externa de las estrellas estaba el "motor principal", una fuerza inmóvil e inmóvil que se creía que era responsable del movimiento de todas las esferas celestes.
5. Explicando el movimiento retrógrado: Para explicar el aparente movimiento hacia atrás de los planetas (movimiento retrógrado), Ptolomeo introdujo el concepto de epiciclos. Propuso que los planetas se movían en pequeños círculos (epiciclos) que giraban en torno a círculos (aplazamientos) más grandes centrados en la tierra.
Limitaciones del modelo ptolemaico:
* complicado y artificial: El sistema se volvió cada vez más complejo a medida que se hicieron observaciones más precisas y necesitaban ser acomodados. El uso de epiciclos, aplazamientos y otros artilugios matemáticos hizo que el modelo sea engorroso y difícil de entender.
* no observacional: El modelo no se basó en la observación directa y carecía de una explicación de la causa de los movimientos celestiales.
* Incorrecto: Finalmente, se demostró que se equivocó por la observación científica y los cálculos matemáticos.
La revolución copernicana:
El modelo ptolemaico fue desafiado por el modelo heliocéntrico propuesto por Nicolaus copernicus en el siglo XVI. Copérnico colocó el sol en el centro del sistema solar, con tierra girando a su alrededor. Este modelo fue más simple, más elegante y finalmente obtuvo aceptación debido al trabajo de Galileo Galilei y Johannes Kepler.
El modelo ptolemaico, a pesar de sus deficiencias, dominó el pensamiento astronómico durante siglos y sentó las bases para futuras observaciones y teorías astronómicas. Sirvió como punto de partida para un viaje largo y fascinante para comprender la verdadera naturaleza del universo.