1. Menos estrellas: Las galaxias elípticas son conocidas por su distribución suave e incluso de estrellas y falta de nubes de gas y polvo. Esto significa que verías significativamente menos estrellas que en una galaxia espiral como la nuestra. El cielo estaría menos concurrido y más escasamente poblado.
2. Menos color: La falta de estrellas jóvenes y calientes y regiones formadoras de estrellas haría que el cielo parezca menos colorido. Verías menos estrellas azules y blancas, y un predominio de estrellas más viejas y más rojas.
3. Menos nebulosas: Las galaxias elípticas carecen del gas y el polvo necesarios para formar nebulosas, esas coloridas nubes de gas y polvo que son visibles en nuestra propia galaxia. Tu cielo sería menos vibrante y sin características.
4. Ausencia de la Vía Láctea: Podemos ver la Vía Láctea como una banda de luz en nuestro cielo nocturno debido a los miles de millones de estrellas en el disco de nuestra galaxia. En una galaxia elíptica, la falta de un disco distinto no significaría tal banda de luz. El cielo aparecería más uniformemente distribuido con estrellas.
5. Menos características galácticas: Las galaxias espirales tienen características distintas como brazos espirales, barras y protuberancias galácticas. Estos estarían ausentes en una galaxia elíptica. Tu cielo parecería más uniforme y menos estructurado.
6. Posiblemente una galaxia elíptica gigante: Las galaxias elípticas a menudo son masivas y pueden contener billones de estrellas. Esto significa que su cielo nocturno puede ser increíblemente brillante, incluso con menos estrellas de lo que vemos.
7. Nacimiento menos estelar: Las galaxias elípticas tienen una baja tasa de formación de estrellas. Esto significaría menos estrellas jóvenes brillantes y una población generalmente mayor. El cielo parecería menos dinámico y más inactivo.
En general, el cielo nocturno en una galaxia elíptica sería menos espectacular y menos colorido de lo que experimentamos en nuestra galaxia espiral. Sería una vista más uniforme y escasamente poblada, con la falta de las vibrantes nebulosas y las características dramáticas que disfrutamos aquí.