Tamaño:
* acreción: Los planetas se forman a partir de la acumulación de cuerpos más pequeños llamados planetesimales. En el sistema solar interno, donde la gravedad del sol es más fuerte y la temperatura es más alta, los primeros planetesimales estaban compuestos principalmente de roca y metal. Estos materiales son más densos que los materiales helados que se encuentran más lejos. Esto significa que los planetas más cercanos al sol tienen una mayor densidad de material para acumular, lo que lleva a tamaños generales más grandes.
* Viento solar: El sol emite una corriente constante de partículas cargadas conocidas como el viento solar. Este viento está más fuerte más fuerte del sol, y puede empujar elementos más ligeros como el hidrógeno y el helio lejos de los planetas que forman. Este efecto es más pronunciado en el sistema solar interno, lo que limita aún más el tamaño de los planetas allí.
* línea de hielo: Hay una distancia crítica del sol llamada "línea de hielo" (o "línea de escarcha"). Más allá de esta línea, las temperaturas son lo suficientemente bajas para que los compuestos volátiles como el agua, el amoníaco y el metano se congelen. Esta abundancia de ICE proporciona una mayor cantidad de material para que los planetesimales se acumulen, lo que lleva a gigantes de gas más grandes como Júpiter y Saturno.
Composición:
* Volátiles: Como se mencionó anteriormente, la distancia del sol determina si los compuestos volátiles como el agua, el amoníaco y el metano pueden permanecer congelados. Estos volátiles son esenciales para formar planetas y lunas heladas.
* roca y metal: Más cerca del sol, el calor vaporiza los volátiles, dejando atrás roca y metal. Por lo tanto, los planetas internos se componen principalmente de estos materiales.
* gigantes de gas: Más allá de la línea de hielo, la presencia de abundantes volátiles permite la formación de gigantes de gas. Estos planetas están compuestos principalmente de hidrógeno y helio, que pueden ser capturados por sus fuertes campos gravitacionales.
Excepciones:
* Mercurio: Si bien Mercurio es el planeta más cercano al sol, es relativamente pequeño. Esto puede deberse a su proximidad al sol, lo que causó una pérdida significativa de material durante el proceso de formación.
* Marte: Marte, a pesar de estar más lejos, es más pequeño que la Tierra. Esto probablemente se deba a su masa inicial relativamente pequeña, lo que obstaculizó su capacidad para acumular más material.
En resumen:
La distancia del sol influye significativamente en el tamaño y la composición de un planeta. Más cerca del sol, los planetas son más pequeños y son compuestos principalmente de roca y metal. Además, la abundancia de ICE permite que se formen gigantes de gas más grandes. El viento solar y la presencia de compuestos volátiles juegan un papel importante en este proceso.