* Cambio constante: Incluso los objetos más antiguos de nuestro sistema solar han sufrido algún nivel de cambio durante miles de millones de años. Han sido bombardeados por asteroides, expuestos a la radiación y afectados por el viento solar.
* Evolución interna: Incluso si el exterior de un cuerpo celestial permanece relativamente sin cambios, su estructura interna y composición pueden evolucionar con el tiempo a través de procesos como la descomposición radiactiva y la diferenciación.
Sin embargo, tenemos objetos que se consideran notablemente "primitivos" y tienen pistas sobre el sistema solar temprano. Aquí hay algunos ejemplos:
* Asteroides primitivos: Se cree que algunos asteroides, particularmente aquellos en el cinturón de asteroides externos, no han cambiado desde su formación. A menudo se les conoce como asteroides "de tipo C" y son ricos en carbono, hielo de agua y otros compuestos volátiles.
* núcleos cometarios: Los cometas, especialmente los de la nube de Oort, se consideran restos del sistema solar muy temprano. Están helados y contienen una mezcla de compuestos volátiles y no volátiles, que probablemente representan la composición original del disco protoplanetario.
* meteoritos: Se cree que ciertos tipos de meteoritos, como las condritas carbonosas, son fragmentos de asteroides tempranos que han permanecido en gran medida intactos. Contienen condrules, pequeñas y vidriosas esferas formadas en la nebulosa solar, proporcionando información sobre las condiciones y procesos del sistema solar temprano.
Notas importantes:
* Desafíos de estudiar objetos tempranos del sistema solar: Estos objetos primitivos son difíciles de estudiar directamente. A menudo se encuentran lejos, y recuperar muestras puede ser un desafío.
* Interpretaciones y evidencia: Confiamos en evidencia indirecta como el análisis espectroscópico, los modelos de computadora y el estudio de meteoritos para inferir la composición y evolución de estos objetos primitivos.
En general, si bien es inexacto decir que tenemos "fragmentos sin cambios", estos objetos primitivos proporcionan valiosas pistas sobre la composición, formación y evolución del sistema solar temprano.