1. Luz natural:
* luz solar: Esta es la fuente más básica y fácilmente disponible. Sin embargo, no es confiable debido a las variaciones en la intensidad y la dirección.
* diurna: Similar a la luz solar pero filtrada a través de una ventana, proporcionando una luz más consistente y difusa.
2. Fuentes de luz artificial:
* Bulbos incandescentes: Estos producen un amplio espectro de luz, pero generan calor significativo, lo que puede dañar la muestra.
* Lámparas de halógeno: Ofrezca una luz más brillante y más blanca que las bombillas incandescentes, pero también generan calor.
* LED (diodo emisor de luz): Estos se están volviendo cada vez más populares debido a su larga vida útil, eficiencia energética, operación fría y capacidad para producir diversas temperaturas de color.
* Lámparas fluorescentes: Emite luz brillante y fresca y tenga una larga vida útil, pero puede ser costoso y puede requerir una eliminación especial.
* luz láser: Luz de alta intensidad, monocromática y coherente utilizada en técnicas especializadas como microscopía confocal y microscopía de fluorescencia.
3. Otras consideraciones:
* Control de intensidad de luz: Los microscopios generalmente incluyen un interruptor de reostato o atenuador para ajustar la intensidad de la luz para condiciones de visualización óptimas.
* Filtros de luz: Los filtros de color se pueden usar para absorber selectivamente ciertas longitudes de onda de la luz, mejorar el contraste o resaltar características específicas.
* ruta de luz: La fuente de luz se dirige a través del condensador, que enfoca la luz sobre la muestra. La lente objetivo luego recoge la luz transmitida o reflejada para formar la imagen ampliada.
La fuente de luz específica utilizada dependerá del tipo de microscopio, la muestra que se observa y el nivel de detalle y contraste deseado.