1. Tipo espectral (temperatura): La clasificación más común, basada en la temperatura de la superficie de la estrella. Esto usa las letras O, B, A, F, G, K, M (y, a veces, R, N, S) con una temperatura creciente de M a O. Cada letra se divide en 10 subclases (0-9) con 0 la más calientes. Nuestro sol es una estrella del G2.
2. Clase de luminosidad: Indica la magnitud absoluta de la estrella (brillo intrínseco). Utiliza números romanos I (supergigiants) a V (enanos de secuencia principal) con una luminosidad creciente de V a I.
3. Tamaño/radio: Esto se refiere al tamaño físico de la estrella. Se puede clasificar como una estrella gigante, supergigante, enana o incluso de neutrones.
4. Misa: Un factor crítico que influye en la evolución, la vida útil y las propiedades de una estrella. Las estrellas varían mucho en masa, desde menos de 0.1 masas solares hasta más de 100 masas solares.
5. Composición química: Las estrellas son en su mayoría hidrógeno y helio, pero sus composiciones químicas varían, influyendo en sus características espectrales y evolución.
6. edad: Esto se refiere a la posición de la estrella en su ciclo de vida, desde estrellas jóvenes y recién formadas hasta estrellas viejas y moribundas.
7. binarios/múltiplos: Algunas estrellas existen en sistemas estelares binarios o múltiples. Estos sistemas se clasifican en función de las propiedades y las características orbitales de los componentes.
Más allá de estos 7, otras clasificaciones pueden incluir:
* Etapa evolutiva: Reflejando la etapa actual de la estrella en su ciclo de vida (por ejemplo, Protostar, gigante rojo, enano blanco).
* Tasa de rotación: La velocidad a la que gira una estrella influye en su forma, campos magnéticos y actividad.
* Actividad magnética: Algunas estrellas tienen fuertes campos magnéticos que crean fenómenos como bengalas solares y manchas solares.
Recuerde, estas clasificaciones están interconectadas, y una comprensión completa de una estrella a menudo requiere considerar múltiples aspectos.