* Composición: Están compuestos principalmente de roca y metal, con cantidades relativamente pequeñas de hielo o gas.
* Tamaño y densidad: Son más pequeños y más densos que los planetas exteriores.
* superficie sólida: Todos los planetas internos tienen superficies sólidas y rocosas, a diferencia de los gigantes de gas.
* Menos lunas: Tienen menos lunas en comparación con los planetas exteriores.
* atmósfera: Si bien todos tienen atmósferas, son mucho más delgadas y menos extensas que los planetas exteriores.
* Rotación: Gire más lento que los planetas exteriores.
* órbita: Orbitan el sol en caminos relativamente circulares y más cerca del sol que los planetas exteriores.
* Campo magnético: Algunos planetas internos, como la Tierra y el Mercurio, tienen un campo magnético, mientras que Venus y Marte tienen otros muy débiles.
Ejemplos específicos:
* Mercurio: El planeta interno más pequeño, con una atmósfera muy delgada y una superficie muy cráterada.
* Venus: El planeta más popular de nuestro sistema solar, con una atmósfera gruesa compuesta principalmente de dióxido de carbono.
* Tierra: El único planeta conocido por albergar la vida, con una atmósfera diversa y agua líquida en su superficie.
* Marte: Un planeta frío y seco con una atmósfera delgada, conocida por su color rojo debido al óxido de hierro.
Estas similitudes sugieren que se formaron de manera similar, probablemente del mismo material en el sistema solar temprano. Sin embargo, también tienen diferencias claras debido a sus caminos evolutivos individuales.