1. Tu ubicación en la Tierra:
* Latitud: Su latitud influye significativamente en las constelaciones que ves. Verá diferentes constelaciones dependiendo de si está en el hemisferio norte, el hemisferio sur o cerca del ecuador. Por ejemplo, Ursa Major (el Big Dipper) es circumpolar (siempre visible) en el hemisferio norte, pero no en el hemisferio sur.
* Longitud: Si bien es menos impactante que la latitud, su longitud también afecta ligeramente lo que ve. Verá constelaciones un poco más temprano o más tarde, dependiendo de su ubicación al este u oeste.
2. Época del año:
* órbita de la Tierra: Mientras la Tierra orbita el Sol, vemos diferentes partes del cielo en diferentes momentos del año. Esto se debe a que nuestra perspectiva cambia a medida que avanzamos. Por ejemplo, Orion es prominente en el cielo invernal en el hemisferio norte, pero no es visible en el verano.
3. Hora de la noche:
* Rotación de la Tierra: A medida que la tierra gira sobre su eje, diferentes constelaciones se hacen visibles durante toda la noche. Las constelaciones en el este se elevan a medida que avanza la noche, mientras que las de Occidente se establecen.
4. Contaminación lumínica:
* Luz artificial: La luz artificial de las ciudades y otras fuentes puede oscurecer las estrellas y constelaciones más débiles, lo que hace que sea más difícil verlos. Observar en ubicaciones oscuras con una mínima contaminación lumínica ofrece la mejor vista.
5. Condiciones climáticas:
* nubes y precipitación: El clima nublado o lluvioso obviamente bloquea su visión de las estrellas. Los cielos despejados son esenciales para las estrellas.
6. Fase de luna:
* Moonlight: Una luna llena puede lavar las estrellas más débiles, lo que hace que sea más difícil ver constelaciones. Observar en las noches con luna nueva o luna creciente proporciona una oscuridad óptima para las estrellas.
7. Movimiento celestial:
* precesión: Durante miles de años, el eje de la Tierra se tambalea lentamente, causando un cambio en las posiciones de las estrellas y constelaciones con el tiempo. Este es un proceso muy lento, pero afecta las constelaciones visibles durante largos períodos.
En resumen, las constelaciones visibles en una noche determinada están determinadas por una combinación de su ubicación, la época del año, la hora de la noche, la contaminación de la luz, el clima, la fase lunar y los cambios lentos y a largo plazo debido a la precesión.