1. Está en órbita alrededor del sol. Esto significa que el objeto debe estar unido gravitacionalmente al sol y no a otra estrella.
2. Tiene suficiente masa para su autocuración para superar las fuerzas del cuerpo rígido para que asumiera una forma de equilibrio hidrostático (casi redondo). Esto significa que el objeto debe ser lo suficientemente grande como para que su propia gravedad lo haga en una forma casi esférica.
3. Ha despejado el vecindario alrededor de su órbita. Este es el criterio más controvertido. Significa que el objeto debe ser la influencia gravitacional dominante en su órbita, y ha despejado cualquier otro objeto en su camino.
Los objetos que cumplen con los dos primeros criterios pero no los terceros se clasifican como planetas enanos. Por ejemplo, Plutón es un planeta enano porque comparte su órbita con otros objetos en el cinturón de kuiper.
Aquí hay un desglose de los criterios:
* Orbitando el sol: Este es el requisito más fundamental. Asegura que el objeto sea parte de nuestro sistema solar.
* Equilibrio hidrostático: Esto asegura que el objeto sea lo suficientemente grande como para tener una forma casi esférica.
* Limpiar el vecindario: Este criterio es el más debatido y ha llevado a la reclasificación de Plutón como un planeta enano. Está destinado a distinguir los planetas de los objetos más pequeños que comparten sus órbitas.
La definición de un planeta de la IAU sigue siendo un tema de debate, y algunos científicos argumentan que el criterio de "limpiar el vecindario" es demasiado restrictivo. Sin embargo, la definición actual es la que es oficialmente reconocida por la comunidad científica.