* la inclinación de la Tierra: La tierra está inclinada en su eje a aproximadamente 23.5 grados. Esta inclinación hace que diferentes partes de la tierra reciban cantidades variables de luz solar durante todo el año.
* temporadas: Durante el verano, el hemisferio inclinado hacia el sol recibe más luz solar directa y, por lo tanto, más calor. En invierno, ese hemisferio está inclinado, recibiendo menos luz solar directa y experimentando temperaturas más frías.
* Latitud: El ángulo en el que los rayos del sol golpean la tierra varían según la latitud. Cerca del ecuador, los rayos del sol golpean la tierra en un ángulo más directo, proporcionando energía más concentrada. En latitudes más altas, los rayos del sol golpean la tierra en un ángulo más oblicuo, extendiendo la energía sobre un área más grande y resultando en menos calor.
* Hora del día: La cantidad de luz solar y calor recibió cambios durante todo el día. Sunrise y Sunset tienen menos luz solar directa, mientras que el mediodía tiene la luz solar más directa y concentrada.
* Cubra de nubes: Las nubes reflejan la luz solar en el espacio, reduciendo la cantidad de energía que alcanza la superficie de la tierra. Esto puede causar calefacción desigual, con áreas nubladas que son más frías que las áreas con cielos despejados.
* Albedo: La reflectividad de la superficie de la Tierra también influye en el calentamiento. Las superficies como la nieve y el hielo reflejan más luz solar, mientras que las superficies más oscuras como los bosques absorben más calor.
En esencia, el sol en sí es una bola gigante de gas ardiente y hace un calor uniforme en todo momento. Es la inclinación de la tierra, su forma esférica y su rotación lo que causa calefacción desigual del planeta.