1. Brillo intrínseco (luminosidad):
* Tamaño: Las estrellas más grandes tienen una mayor superficie, emitiendo más luz y calor.
* Temperatura: Las estrellas más calientes emiten más energía a longitudes de onda más cortas, que aparecen más azules y más brillantes.
* edad: Las estrellas cambian de tamaño y temperatura a lo largo de sus vidas. Las estrellas jóvenes y calientes suelen ser más brillantes que las estrellas más antiguas y frías.
2. Distancia:
* Estrellas más cercanas: Las estrellas que están más cerca de la Tierra parecen más brillantes, incluso si tienen una luminosidad intrínseca más baja.
* Más estrellas: Las estrellas que están más lejos parecen más atenuadas, incluso si son muy luminosas.
3. Polvo interestelar:
* Absorción: Las nubes de polvo en el espacio pueden absorber y dispersar la luz de las estrellas, haciendo que las estrellas distantes parezcan más débiles.
4. Condiciones atmosféricas:
* Transparencia: Los cielos claros permiten una mejor visualización de las estrellas. Las nubes, la niebla y la contaminación pueden oscurecer la luz de la estrella.
* Contaminación lumínica: La luz artificial de las ciudades puede dificultar ver estrellas débiles.
En resumen: El brillo aparente de una estrella está determinado por su brillo intrínseco (luminosidad) y su distancia desde la Tierra. Factores como el polvo interestelar y las condiciones atmosféricas también juegan un papel.
Es importante tener en cuenta que aparente brillo es lo que vemos desde la tierra, mientras que brillo absoluto (Luminosidad) es la cantidad real de luz que emite una estrella. Los astrónomos pueden calcular el brillo absoluto de una estrella al considerar su aparente brillo y distancia.