Crédito:CERN
Se están realizando importantes esfuerzos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) durante las últimas semanas, con la extracción de imanes del túnel del acelerador. El LHC tiene un total de 1232 dipolos, imanes que desvían las trayectorias de las partículas, y 474 cuadrupolos, que aprietan los racimos. Todos estos imanes son superconductores, es decir, operan a una temperatura de -271 ° C, Miden 15 metros de largo y pesan hasta 28 toneladas. Así que moverlos no es un asunto trivial.
Durante la segunda parada prolongada, 22 de estos componentes grandes (incluidos 19 dipolos) deben ser reemplazados, especialmente porque varios han estado mostrando deficiencias operativas. Ya se han sacado doce a la superficie y está previsto que el último sea desmantelado a principios de julio.
Los imanes de repuesto van llegando uno a uno. Se han instalado diez nuevos imanes, alineados y conectados en los primeros sectores del acelerador (sectores 8-1 y 1-2). Esto implica volver a conectar los tubos de vigas, los cables superconductores que transportan corrientes de hasta 13 000 amperios, las líneas de transferencia del helio que enfría los imanes, los escudos de haz que aíslan térmicamente los imanes una vez que se han enfriado a -271 ° C. Se debe tener cuidado para garantizar la estanqueidad del vacío aislante, y luego se realizan pruebas para comprobar que los nuevos imanes están perfectamente interconectados con los imanes vecinos. ¡Estas operaciones toman varias semanas para cada imán! Por tanto, los 22 imanes deberían estar conectados a principios de 2020.