1. Nube molecular gigante: Estas nubes son vastas y frías, que contienen principalmente hidrógeno y helio, junto con rastros de elementos más pesados.
2. colapso gravitacional: Una perturbación, como una explosión de supernova cercana, puede desencadenar un colapso dentro de la nube. Las partes más densas de la nube comienzan a atraer más material, creando un disco giratorio de gas y polvo.
3. disco protoplanetario: A medida que el disco gira, se aplana y se calienta. En el centro, el material se comprime y se enciende, formando una protostar. Alrededor del ProtoStar, las partículas de polvo y el gas se agrupan, formando planetesimales.
4. ACCABACIÓN PLANETESIMAL: Durante millones de años, estos planetesimales chocan y se mantienen juntos, creciendo planetas más grandes y formantes. Este proceso de acumulación conduce a la formación de los planetas internos rocosos y a los gigantes de gas.
Entonces, el proceso de formación del sistema solar comienza con una nube molecular gigante, que luego colapsa bajo su propia gravedad. Esto lleva a la formación de un disco protoplanetario, lo que eventualmente conduce al nacimiento de una estrella y los planetas que lo orbitan.