1. Dominio gravitacional: La gravedad del planeta es mucho más fuerte que cualquier otro objeto dentro de su órbita. Esto hace que atraiga y atraiga objetos más pequeños como asteroides y polvo, limpiando gradualmente el espacio a su alrededor.
2. Dispersión y expulsión: La gravedad del planeta también puede colocar objetos más pequeños de su órbita, arrojándolos más lejos de la estrella. Este es un proceso conocido como dispersión gravitacional.
3. Colisión y acumulación: Con el tiempo, los objetos más pequeños chocan con el planeta, agregando a su masa y aumentando aún más su atracción gravitacional. Este proceso de acreción es cómo los planetas se formaron inicialmente a partir de planetesimales más pequeños en primer lugar.
4. Inestabilidad dinámica: La gravedad del planeta también puede interrumpir las órbitas de otros objetos dentro de su vecindario, lo que lleva a trayectorias inestables y colisiones o eyecciones potencialmente. Este proceso se llama inestabilidad dinámica y puede contribuir significativamente a la limpieza de la órbita.
5. Viento estelar: La estrella misma emite una fuerte corriente de partículas cargadas conocidas como viento solar. Este viento también puede alejar objetos más pequeños del planeta, ayudando a despejar su órbita.
Nota importante: El proceso de despejar una órbita es largo y gradual, que toma miles de millones de años. No es un evento repentino.
La importancia de limpiar una órbita:
La capacidad de despejar su órbita es una característica clave utilizada para distinguir un planeta de un planeta enano. Un planeta enano, como Plutón, no ha despejado por completo su región orbital y comparte su espacio con otros objetos de tamaño comparable.
En última instancia, limpiar una órbita es un proceso complejo que depende de una combinación de factores que incluyen la masa del planeta, su camino orbital y la presencia de otros objetos dentro de su vecindario.