1. Gravedad:
* El tamaño y la composición masivos del sol (en su mayoría hidrógeno y helio) crean una atracción gravitacional increíblemente fuerte.
* Este tirón actúa sobre todos los objetos dentro de su influencia gravitacional, incluidos los planetas.
* La gravedad del sol es la fuerza principal que mantiene a los planetas en sus órbitas.
2. Inercia:
* Los planetas ya se están moviendo debido a su formación inicial en el disco protoplanetario.
* Este movimiento inicial, combinado con el tirón gravitacional del sol, da como resultado un camino curvo:una órbita.
* Imagine una pelota en una cuerda que se giró. La cuerda proporciona la fuerza centrípeta (similar a la gravedad) que mantiene la pelota en un camino circular. La inercia de la pelota (tendencia a moverse en línea recta) evita que caiga directamente hacia el centro.
El equilibrio entre estas dos fuerzas es lo que mantiene una órbita estable:
* Si la gravedad fuera más fuerte, el planeta sería espiral hacia adentro.
* Si la inercia fuera más fuerte, el planeta volaría al espacio.
Es importante tener en cuenta:
* Los planetas no giran en círculos perfectos, sino en caminos ligeramente elípticos. Esto se debe a variaciones en su movimiento inicial e influencia gravitacional de otros planetas.
* La velocidad de la revolución de un planeta cambia dependiendo de su distancia del sol. Los planetas se mueven más rápido cuando más cerca del sol y más lento cuando está más lejos. Esto se debe a la conservación de la energía, con el planeta que comercializa la energía potencial (debido a su distancia del sol) para la energía cinética (su movimiento).
Entonces, es la interacción de la gravedad y la inercia la que mantiene a los planetas en sus órbitas alrededor del sol.