* Los planetas están en movimiento: Se mueven constantemente en una órbita casi circular alrededor del sol. Este movimiento crea una fuerza externa (fuerza centrífuga) que equilibra el tirón interno de la gravedad. Piense en una pelota en una cuerda que se balancea en un círculo:la tensión en la cuerda (como la gravedad) tira de la pelota hacia adentro, mientras que el movimiento de la pelota evita que caiga hacia el centro.
* Velocidad orbital: Cada planeta tiene una velocidad orbital específica, determinada por su distancia desde el Sol. Si un planeta se moviera demasiado lento, caería al sol. Si se moviera demasiado rápido, escaparía por completo la gravedad del sol.
* Condiciones iniciales: Cuando se formó el sistema solar, los planetas se crearon con la combinación justa de velocidad y distancia para mantener sus órbitas estables.
Piense en ello así: Imagina lanzar una pelota horizontalmente. Viajará a cierta distancia antes de caer al suelo debido a la gravedad. Si lanza la pelota más rápido, viajará más antes de golpear el suelo. A una velocidad específica, la pelota podría viajar en un círculo completo alrededor de la tierra, constantemente cayendo hacia la tierra pero nunca alcanzarla. Esto es esencialmente lo que hacen los planetas alrededor del sol.
Si bien hay ligeras variaciones en las órbitas del planeta debido a las influencias gravitacionales entre sí, estas son generalmente menores y no amenazan la estabilidad a largo plazo del sistema solar.