1. Se basó en la suposición defectuosa de que la tierra era el centro del universo: Esta suposición contradice directamente el modelo heliocéntrico, más tarde propuesto por Copérnico, que colocó correctamente el sol en el centro. El modelo geocéntrico requirió explicaciones complejas y cada vez más complicadas para tener en cuenta las observaciones que se explicaban más fácilmente por un modelo heliocéntrico.
2. Requirió un complejo sistema de epiciclos, aplazamientos y equits para explicar el movimiento planetario: Para dar cuenta del aparente movimiento retrógrado de los planetas, el modelo de Ptolomeo usó círculos dentro de los círculos (epiciclos) y una compensación de puntos desde la Tierra (Equant) para explicar estos movimientos. Este sistema era inherentemente artificial y carecía de elegancia matemática.
3. No pudo predecir con precisión las posiciones planetarias: Si bien el modelo ptolemaico podría explicar aproximadamente los movimientos aparentes de los planetas, no pudo predecir sus posiciones con gran precisión, particularmente durante períodos prolongados. Esta discrepancia destacó sus limitaciones y su necesidad de ajustes constantes.
4. Contradijo observaciones que sugirieron que la Tierra se estaba moviendo: La ausencia de un paralaje estelar detectable (el cambio aparente de las estrellas cercanas debido al movimiento de la Tierra) a menudo se usaba como evidencia contra el movimiento de la Tierra. Sin embargo, esta ausencia se debe en realidad a las vastas distancias de las estrellas, algo que no se entendió en ese momento.
5. Carecía de una base física: El modelo ptolemaico fue principalmente un marco descriptivo, no una explicación física de cómo funcionó realmente el universo. No proporcionó información sobre las fuerzas que rigen el movimiento planetario, la gravedad o la naturaleza de los cuerpos celestes mismos.
Los defectos del modelo ptolemaico finalmente llevaron a su eventual reemplazo por el modelo heliocéntrico, que ofreció una explicación más simple, más elegante y más precisa del universo. Si bien el modelo ptolemaico tenía sus limitaciones, jugó un papel crucial en el desarrollo de la astronomía, allanando el camino para futuros descubrimientos.