Sin embargo, así es como llegamos a entender el universo:
* Observaciones tempranas: Las primeras civilizaciones miraron el cielo nocturno y se preguntaron sobre las estrellas y los planetas. Desarrollaron formas rudimentarias para rastrear objetos celestiales y predecir sus movimientos.
* La revolución copernicana: Nicolaus copernicus en el siglo XVI desafió el modelo geocéntrico, proponiendo que la Tierra gira alrededor del Sol. Esto cambió nuestra comprensión de nuestro lugar en el universo.
* Telescopios y observación: La invención del telescopio de Galileo Galilei en el siglo XVII abrió nuevas vías para observar el universo. Los astrónomos comenzaron a ver detalles de la luna, los planetas y las estrellas.
* Leyes de movimiento y gravedad: Las leyes de movimiento y gravedad de Isaac Newton proporcionaron un marco para comprender los movimientos de los cuerpos celestes.
* La teoría del Big Bang: A principios del siglo XX, las observaciones de Edwin Hubble del desplazamiento al rojo en galaxias distantes proporcionaron evidencia del universo en expansión, lo que condujo al desarrollo de la teoría del Big Bang.
* Exploración continua: Hoy, los telescopios avanzados, las sondas espaciales y los modelos teóricos continúan desentrañando los misterios del universo. Constantemente estamos aprendiendo más sobre su estructura, orígenes y evolución.
Por lo tanto, no se trata de encontrar el universo, sino de comprender su inmensidad y complejidad a través de la observación y la teoría científicas.