* Efecto de invernadero fugitivo: La atmósfera de Venus se compone principalmente de dióxido de carbono (CO2), un potente gas de efecto invernadero. Esta espesa atmósfera de CO2 atrapa el calor del sol, evitando que se escape al espacio. Esto es similar a cómo funciona un invernadero.
* atmósfera densa: La atmósfera de Venus es más de 90 veces más densa que la de la Tierra. Esta atmósfera gruesa actúa como una manta, atrapando aún más el calor.
* Rotación lenta: Venus gira increíblemente lentamente, tardando unos 243 días en la Tierra en completar una rotación. Esta lenta rotación significa que el sol calienta un lado del planeta durante mucho tiempo, lo que lleva a temperaturas de superficie extremas.
* Actividad volcánica: Venus ha sido volcánicamente activo en el pasado, y posiblemente aún lo es. Las erupciones volcánicas liberan más gases de efecto invernadero en la atmósfera, contribuyendo aún más al efecto invernadero.
En resumen: La combinación de una atmósfera densa y rica en CO2, rotación lenta y actividad volcánica potencial crea un efecto invernadero desbocado, lo que lleva a las temperaturas superficiales increíblemente altas de Venus.