Este mito cuenta la historia de la aparición del cometa de Halley en 1066, poco antes de la conquista normanda de Inglaterra. El cometa era ampliamente visto como un mal presagio, y muchas personas creían que predijo la derrota del rey Harold Godwinson en la batalla de Hastings.
Este mito es particularmente interesante porque es una de las pocas instancias documentadas de un cometa vinculado a un evento histórico específico. Si bien no hay evidencia de que el cometa realmente influyó en el resultado de la batalla, su apariencia ciertamente contribuyó al miedo y la superstición generalizada en torno al evento.