Además, la luz del Sol no es dispersada ni absorbida por la atmósfera terrestre tanto como la luz de otras estrellas. Esto se debe a que el Sol está ubicado directamente sobre la Tierra, mientras que otras estrellas se encuentran en diferentes ángulos con respecto a la superficie de la Tierra. La atmósfera de la Tierra dispersa y absorbe más luz de las estrellas que se encuentran en ángulos más bajos con respecto al horizonte.
Como resultado de todos estos factores, el Sol parece ser la estrella más brillante del cielo.