A medida que el universo se expande, la distancia entre los objetos celestes aumenta y el espacio entre ellos se alarga. Este estiramiento del espacio hace que las ondas de luz de los objetos distantes se estiren, lo que resulta en un corrimiento al rojo. La cantidad de corrimiento al rojo es proporcional a la distancia del objeto al observador, por lo que los objetos más distantes tienen el mayor corrimiento al rojo.
El corrimiento al rojo es una herramienta importante para los astrónomos, ya que les permite estimar la distancia a objetos celestes distantes y estudiar la expansión del universo. Al medir el corrimiento al rojo de las galaxias y otros objetos, los astrónomos han determinado que el universo se está expandiendo a un ritmo acelerado y han desarrollado modelos para explicar esta aceleración. El corrimiento al rojo también se ha utilizado para descubrir nuevos exoplanetas, ya que puede usarse para detectar la ligera oscilación en el movimiento de una estrella causada por la atracción gravitacional de un planeta en órbita.
En resumen, el corrimiento al rojo de la luz de objetos celestes distantes indica la expansión del universo y permite a los astrónomos estudiar el universo y descubrir nuevos objetos celestes.