Si bien la galaxia de Andrómeda ha sido estudiada extensamente por astrónomos utilizando telescopios y otros instrumentos científicos, ningún ser humano ha estado físicamente en la galaxia. Los viajes espaciales a galaxias tan distantes están actualmente más allá de las capacidades de la tecnología humana y requerirían un avance significativo en los sistemas de propulsión y las tecnologías de soporte vital.
Incluso con las naves espaciales y los sistemas de propulsión más avanzados que tenemos hoy en día, se necesitarían cientos de miles de años para viajar a la galaxia de Andrómeda. Esto se debe a que la velocidad de la luz es finita, e incluso a la velocidad de la luz, se necesitarían más de 2,5 millones de años para llegar a la galaxia de Andrómeda.
Hasta ahora, nuestra exploración del universo se ha limitado a nuestro sistema solar y los cuerpos celestes cercanos dentro de la Vía Láctea. Sin embargo, con la investigación y el progreso tecnológico en curso, es posible que las generaciones futuras algún día puedan viajar a galaxias distantes como Andrómeda.