1. Suelo y rocas lunares: La NASA recolectó muestras de suelo y rocas lunares durante las misiones Apolo. El análisis de estas muestras proporcionó información valiosa sobre la composición y estructura de la Luna. Las rocas lunares incluían basaltos y anortositas, lo que sugiere un origen volcánico.
2. Hielo de agua: Las misiones Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) y Lunar Crater Observation and Sensing Satellite (LCROSS) de la NASA proporcionaron pruebas contundentes de la presencia de hielo de agua en los cráteres permanentemente sombreados de la Luna. Este hallazgo tiene implicaciones importantes para la exploración futura y el potencial para mantener la presencia humana en la Luna.
3. Características de la superficie de la Luna: Las misiones de la NASA revelaron la topografía detallada y las características de la superficie de la Luna, como marías (llanuras oscuras), tierras altas (áreas brillantes), cráteres, riachuelos y montañas. Las imágenes de alta resolución y los datos recopilados ayudaron a crear mapas completos y proporcionaron información sobre la historia geológica de la Luna.
4. La delgada atmósfera de la Luna: La NASA descubrió que la Luna tiene una atmósfera tenue, conocida como exosfera lunar. Esta atmósfera está formada por pequeñas cantidades de gases, incluidos argón, neón, helio y oxígeno. Sin embargo, la presión atmosférica en la Luna es extremadamente débil en comparación con la de la Tierra.
5. Campos magnéticos: Lunar Prospector, una nave espacial lanzada en 1998, cartografió el campo magnético de la Luna y descubrió anomalías magnéticas en ciertas regiones, lo que sugiere la presencia de campos magnéticos antiguos. Estos hallazgos tienen implicaciones para comprender la estructura interior de la Luna y su actividad magnética pasada.
6. Lado oculto lunar: Las misiones Apolo orbitaron la Luna y capturaron imágenes de su cara oculta, una región que está alejada de la Tierra. El lado lejano tiene una topografía diferente en comparación con el lado cercano e incluye características como la cuenca Aitken del Polo Sur, que es uno de los cráteres de impacto más grandes del Sistema Solar.
7. Actividad volcánica lunar: Los estudios de muestras lunares y las observaciones desde satélites proporcionaron evidencia de actividad volcánica pasada en la Luna, particularmente durante su historia temprana. La presencia de formaciones volcánicas y flujos de lava ayudó a comprender la evolución térmica de la Luna.
8. No se detectó vida: A pesar de extensas búsquedas y experimentos durante las misiones Apolo, la NASA no encontró ninguna evidencia de vida en la Luna. Las condiciones de la superficie de la Luna, incluida la falta de agua líquida y una atmósfera sustancial, dificultan la existencia de vida tal como la conocemos allí.
Estos hallazgos de las misiones de la NASA a la Luna han ampliado significativamente nuestra comprensión del origen, la composición, las características de la superficie y los procesos geológicos de la Luna. Continúan informando sobre futuras misiones lunares y contribuyendo a la exploración y comprensión general de nuestro sistema solar.