1. En nuestro sistema solar:
En nuestro sistema solar, Júpiter es el planeta más grande, con una masa aproximadamente 318 veces la de la Tierra y un diámetro aproximadamente 11 veces mayor. Júpiter es un gigante gaseoso compuesto principalmente de hidrógeno y helio. Su inmenso tamaño se atribuye en parte a la gran cantidad de gas que acumuló durante su formación.
Factores que limitan el crecimiento planetario:
a) Masa del núcleo:el núcleo inicial de un planeta es crucial para atraer y retener gases. Sin una masa central suficiente, la gravedad del planeta es demasiado débil para retener gases de manera efectiva.
b) Acreción de gas:Los gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno podrían crecer porque se formaron temprano en la historia del sistema solar, cuando había un suministro más abundante de gas y polvo disponible para la acreción.
c) Distancia al Sol:Cuanto más lejos está un planeta de su estrella, más frío es el ambiente. Esto permite que los gases se condensen más fácilmente, favoreciendo la formación de gigantes gaseosos.
2. Más allá de nuestro sistema solar:
a) Supertierras:Se han descubierto exoplanetas conocidos como supertierras más allá de nuestro sistema solar. Estos planetas son más masivos que la Tierra pero más pequeños que gigantes gaseosos como Neptuno y Urano.
b) Gigantes gaseosos y enanas marrones:se ha descubierto que algunos planetas fuera de nuestro sistema solar son incluso más grandes que Júpiter. A estos planetas se les suele denominar "súper Júpiter" o "gigantes gaseosos". Hay un punto en el que la distinción entre un planeta gaseoso masivo y una estrella pequeña de baja masa (una enana marrón) se vuelve borrosa.
c) Planetas rebeldes:Se teoriza que los planetas rebeldes existen libremente en el espacio interestelar, no ligados gravitacionalmente a ninguna estrella en particular. Estos planetas pueden variar significativamente en tamaño, incluidos los grandes gigantes gaseosos.
Por lo tanto, si bien puede haber límites superiores teóricos para el tamaño planetario basados en factores como la presión interna y la estabilidad gravitacional, el tamaño máximo real alcanzado por los planetas depende de las condiciones específicas presentes durante su formación y evolución.