Las nubes de Júpiter cambian constantemente y se pueden ver en una variedad de colores, incluidos rojo, naranja, amarillo y blanco. Los colores de las nubes son causados por los diferentes químicos que están presentes en la atmósfera y por la forma en que la luz del sol se refleja en las nubes.
Las nubes de Júpiter también son responsables de la famosa Gran Mancha Roja del planeta, que es una tormenta masiva que ha estado azotando durante al menos 300 años. La Gran Mancha Roja tiene aproximadamente el tamaño de la Tierra y es tan grande que puede verse desde la Tierra con un telescopio.