La cantidad de ablación que se produce depende del tamaño, la velocidad y la composición del meteoro. Los meteoros más pequeños tienen más probabilidades de quemarse por completo, mientras que los meteoros más grandes pueden quemarse sólo parcialmente. Los meteoros que entran en la atmósfera a mayor velocidad también tienen más probabilidades de quemarse por completo.
La composición del meteoro también influye en la cantidad de ablación que se produce. Los meteoros que están compuestos de materiales más volátiles, como hielo o materia orgánica, tienen más probabilidades de quemarse por completo que los meteoros que están compuestos de materiales más refractarios, como roca o metal.
En general, la mayoría de los meteoros que entran en la atmósfera terrestre se queman por completo antes de llegar al suelo. Sin embargo, algunos meteoros más grandes pueden sobrevivir al proceso de ablación e impactar la superficie de la Tierra. Estos meteoros se llaman meteoritos.