La revolución de la Tierra alrededor del Sol, combinada con la inclinación de su eje, hace que diferentes partes del planeta reciban cantidades variables de luz solar en diferentes momentos del día y del año. A medida que la Tierra orbita alrededor del Sol, diferentes regiones se inclinan hacia o lejos del Sol, lo que resulta en cambios en el ángulo en el que la luz solar incide sobre la superficie de la Tierra.
Durante el día, el lado de la Tierra que mira al Sol está iluminado y recibe luz solar más directa, lo que resulta en condiciones más brillantes. A medida que la Tierra gira sobre su eje, diferentes regiones se mueven desde el lado que mira al Sol hacia el lado que mira hacia afuera, pasando del día a la noche.
En resumen, si bien la rotación de la Tierra contribuye a la alternancia del día y la noche al determinar la duración de un día, la causa principal de la variación de la energía solar responsable de estos fenómenos es la revolución de la Tierra alrededor del Sol y los cambios resultantes en la Ángulo en el que la luz del sol incide en diferentes partes de la Tierra.