Los clorofluorocarbonos (CFC) son sustancias químicas sintéticas que se han utilizado en una amplia gama de aplicaciones, incluidas refrigeración, aire acondicionado, propulsores de aerosoles y agentes espumantes. También se les conoce como sustancias que agotan la capa de ozono (SAO) porque liberan átomos de cloro y bromo a la atmósfera, que pueden destruir las moléculas de ozono.
El ozono es un gas que se encuentra en la estratosfera, una capa de la atmósfera terrestre que se encuentra entre 10 y 50 kilómetros sobre la superficie. El ozono absorbe la radiación ultravioleta (UV) del sol, impidiendo que llegue a la superficie de la Tierra. La radiación ultravioleta es perjudicial para la vida en la Tierra y puede provocar cáncer de piel, cataratas y otros problemas de salud.
Los CFC se introdujeron por primera vez en la década de 1930 y su producción y uso aumentaron rápidamente en las décadas siguientes. En la década de 1970, los científicos comenzaron a notar una disminución en los niveles de ozono en la estratosfera. En 1985, científicos británicos informaron que se estaba agotando la capa de ozono en la Antártida. Este descubrimiento dio lugar al acuerdo internacional conocido como Protocolo de Montreal, que se firmó en 1987 y se modificó varias veces desde entonces. El Protocolo de Montreal pedía una eliminación gradual de la producción y el uso de SAO, incluidos los CFC.
Desde la implementación del Protocolo de Montreal, los niveles de ozono en la estratosfera han comenzado a recuperarse. Sin embargo, se necesitarán varias décadas para que los niveles de ozono vuelvan a los niveles preindustriales. Mientras tanto, los CFC siguen teniendo una serie de efectos negativos en la estratosfera, entre ellos:
* Agotamiento del ozono: Los CFC destruyen las moléculas de ozono en la estratosfera, lo que aumenta los niveles de radiación ultravioleta que llega a la superficie de la Tierra.
* Cambio climático: Los CFC también son gases de efecto invernadero, que atrapan el calor en la atmósfera y contribuyen al calentamiento global.
* Enfriamiento estratosférico: Los CFC pueden hacer que la estratosfera se enfríe, lo que puede alterar los patrones climáticos y provocar fenómenos meteorológicos extremos.
Los CFC son un problema ambiental importante y su uso continuo es una amenaza para la salud humana y el medio ambiente. El Protocolo de Montreal ha sido un esfuerzo internacional exitoso para reducir el uso de SAO, pero es importante continuar trabajando para eliminar estas sustancias químicas nocivas de nuestra sociedad.