Este avance transformó la forma en que los científicos estudiaban los brotes de tornados, permitiendo el análisis de la frecuencia y los patrones geográficos y ambientales de las tormentas más destructivas. La investigación y los datos de escala F contribuyeron enormemente a nuestra comprensión de dónde, cuándo y con qué probabilidad se producirían tornados fuertes, mejorando significativamente la conciencia de la comunidad, los procedimientos de emergencia, los estándares de construcción, los sistemas de alerta temprana y la seguridad pública en regiones propensas a tornados.>s .