Los primeros microscopios tenían un poder de aumento mucho menor en comparación con los microscopios modernos. Los microscopios simples, como los utilizados por Leeuwenhoek, podían ampliar objetos hasta unas 270 veces. Los microscopios compuestos, inventados en el siglo XVI, podían alcanzar mayores aumentos, pero todavía estaban limitados a alrededor de 1.000 veces. Hoy en día, los microscopios modernos pueden ampliar objetos hasta millones de veces, lo que nos permite ver incluso los detalles más pequeños de las células y otras estructuras microscópicas.
Resolución
La resolución de un microscopio se refiere a su capacidad para distinguir entre dos objetos muy cercanos entre sí. Los primeros microscopios tenían mala resolución, lo que limitaba su capacidad para ver detalles finos. Esto se debió a las limitaciones de las lentes utilizadas y a la longitud de onda de la luz. Los microscopios modernos, por otro lado, tienen una resolución mucho mayor, lo que nos permite ver objetos que están a sólo unos pocos nanómetros de distancia. Esto se ha logrado mediante avances en la tecnología de lentes, el uso de longitudes de onda de luz más cortas (como la luz ultravioleta y los haces de electrones) y el desarrollo de nuevas técnicas de obtención de imágenes.
Contraste
El contraste es otro factor importante en microscopía, ya que nos permite distinguir entre diferentes partes de una muestra. Los primeros microscopios tenían un contraste limitado, lo que dificultaba ver detalles en muestras transparentes o incoloras. Sin embargo, los microscopios modernos tienen una variedad de técnicas para mejorar el contraste, como técnicas de tinción, microscopía de contraste de fase y microscopía de contraste de interferencia diferencial. Estas técnicas nos permiten ver incluso diferencias sutiles en el índice de refracción o la densidad de diferentes partes de una muestra, proporcionando imágenes más detalladas.
Calidad de imagen
Los primeros microscopios producían imágenes que a menudo eran borrosas, distorsionadas o llenas de artefactos. Esto se debió a las limitaciones de las lentes, la calidad de la fuente de luz y la falta de técnicas de imagen sofisticadas. Los microscopios modernos, por otro lado, producen imágenes de alta calidad, nítidas, claras y libres de distorsiones. Esto se ha logrado mediante avances en el diseño de lentes, el uso de sistemas de imágenes controlados por computadora y el desarrollo de nuevas técnicas de imágenes como la microscopía confocal y la microscopía de superresolución.
Automatización
Los primeros microscopios se operaban manualmente, lo que requería que un microscopista experto alineara las lentes, ajustara el enfoque y capturara imágenes. Los microscopios modernos, por otro lado, suelen estar automatizados, lo que los hace más fáciles de usar y más precisos. La automatización permite un control preciso de los movimientos del microscopio, la adquisición de múltiples imágenes y el procesamiento y análisis de las imágenes. Esto ha mejorado enormemente la eficiencia y precisión de la microscopía, haciéndola accesible a una gama más amplia de usuarios.
Especialización
Los primeros microscopios eran instrumentos de uso general que podían usarse para una variedad de aplicaciones. Sin embargo, la microscopía moderna se ha vuelto altamente especializada, con diferentes tipos de microscopios diseñados para propósitos específicos. Por ejemplo, existen microscopios para estudiar células vivas, microscopios electrónicos para obtener imágenes de estructuras ultrapequeñas y microscopios de sonda de barrido para medir la topografía de superficies. Esta especialización ha permitido a los microscopistas alcanzar niveles de detalle y comprensión sin precedentes en sus respectivos campos.