Una molécula de oxígeno (O2) consta de dos átomos de oxígeno unidos entre sí. Cada átomo de oxígeno tiene ocho electrones, seis en la capa exterior y dos en la capa interior. Cuando dos átomos de oxígeno se unen para formar una molécula, sus capas externas se superponen y los electrones se comparten entre los dos átomos.
Esto significa que cada átomo de oxígeno de la molécula tiene una capa exterior completa de ocho electrones, lo que da a la molécula un total de 16 electrones.