Aquí hay algunas razones por las que los polígrafos no se consideran confiables:
- Las respuestas fisiológicas pueden ser causadas por factores distintos al engaño. Por ejemplo, alguien puede experimentar ansiedad o cambios fisiológicos debido al estrés, el miedo o la excitación, incluso si no está mintiendo.
- Se puede entrenar a las personas para que controlen sus respuestas fisiológicas. Esto significa que alguien que sea hábil en el engaño puede "vencer" el polígrafo controlando su respiración, frecuencia cardíaca y otras respuestas físicas.
- Los resultados del polígrafo pueden verse influenciados por la forma en que se hacen las preguntas. Si las preguntas son capciosas o sugerentes, pueden aumentar la probabilidad de un falso positivo (que indica que alguien está mintiendo cuando no es así).
- Los examinadores del polígrafo pueden hacer juicios subjetivos. La interpretación de los resultados del polígrafo suele ser subjetiva, lo que significa que diferentes examinadores pueden llegar a conclusiones diferentes sobre la misma persona.
- Los resultados del polígrafo no son admisibles ante los tribunales en muchas jurisdicciones. Esto se debe a que los polígrafos no se consideran lo suficientemente confiables como para usarse como prueba en un tribunal de justicia.
A pesar de estas limitaciones, los polígrafos todavía se utilizan a veces en entornos de seguridad y aplicación de la ley como herramienta de detección para identificar sospechosos potenciales o recopilar información adicional. Sin embargo, es importante recordar que los polígrafos no son un detector de mentiras confiable y no deben usarse como única base para tomar decisiones sobre la culpabilidad o inocencia de alguien.