Efecto de marea de la Tierra:La Tierra ejerce una fuerte fuerza gravitacional sobre la Luna, provocando que se deforme ligeramente. A medida que la Luna orbita la Tierra, diferentes partes de ella experimentan distintos grados de fuerzas de marea, lo que resulta en un desplazamiento constante de la corteza lunar. Con el tiempo, esta deformación conduce a una disminución gradual del radio total de la luna.
Contracción térmica:La luna es un cuerpo rocoso que ha sufrido un enfriamiento a lo largo de su historia. A medida que el interior lunar se enfría, las rocas se contraen y el volumen de la luna se reduce. Esta contracción térmica contribuye al encogimiento de la luna.
Actividad sísmica:la luna experimenta una actividad sísmica menor debido a las fuerzas de marea y procesos internos. Estas actividades sísmicas, como los terremotos lunares, pueden provocar reajustes en la corteza lunar y contribuir a su encogimiento.
Detección de arrugas en la corteza terrestre:los científicos han observado la presencia de arrugas en la superficie de la luna. Se cree que estas crestas se forman a medida que la corteza lunar se encoge y comprime, lo que provoca el pandeo y el pliegue de la superficie.
Alcance láser lunar:Las mediciones precisas utilizando el alcance láser lunar han permitido a los científicos rastrear con precisión la distancia entre la Tierra y la Luna. Estas mediciones han revelado que la distancia entre los dos cuerpos celestes aumenta gradualmente, lo que sugiere que la Luna se está alejando de la Tierra. Este movimiento es consistente con la idea de que la Luna se está reduciendo.
Aunque la tasa de contracción es relativamente pequeña y difícil de percibir, las observaciones y mediciones científicas confirman que la Luna se está reduciendo gradualmente con el tiempo.