He aquí por qué Júpiter no es un espejo nublado del Sol:
1. Composición gaseosa: Júpiter está compuesto principalmente de hidrógeno y helio, con trazas de otros gases. Es un gigante gaseoso que carece de una superficie sólida como la Tierra. La presencia de nubes es una característica de la atmósfera de Júpiter, pero no son las únicas responsables de reflejar la luz del sol como un espejo.
2. Capas de nubes: Las nubes de Júpiter no son uniformes ni continuas como una superficie reflectante. La atmósfera joviana se divide en diferentes capas de nubes, incluida la capa de cirros de amoníaco, la capa de hidrosulfuro de amonio y la capa de nubes de agua, entre otras. Cada capa tiene su composición, densidad y altitud, lo que contribuye a la naturaleza compleja y dinámica de la atmósfera de Júpiter.
3. Absorción atmosférica: La atmósfera de Júpiter es muy eficiente a la hora de absorber la luz solar en una amplia gama de longitudes de onda. En lugar de actuar como un espejo, la atmósfera del planeta absorbe la energía solar incidente y la reemite en diferentes formas, incluida la radiación térmica y la luz reflejada.
4. Reflectividad: Júpiter tiene un albedo o reflectividad de aproximadamente 0,52. Esto significa que alrededor del 52% de la luz solar que llega a la atmósfera de Júpiter se refleja de regreso al espacio. El 48% restante de la luz solar es absorbido por la atmósfera del planeta y utilizado en diversos procesos atmosféricos.
En resumen, Júpiter no es un espejo nublado del Sol. Es un gigante gaseoso complejo con una atmósfera dinámica e intrincada compuesta por varios gases, nubes y procesos atmosféricos que interactúan con la luz solar de diferentes maneras.