Antes del terremoto de Tohoku, los científicos habían estimado que la magnitud máxima del terremoto que podría ocurrir en la región era de alrededor de 8,3. Sin embargo, el terremoto de Tohoku superó esta estimación y los expertos ahora reconocen que es posible que se produzcan terremotos más grandes en esta región.
A raíz del terremoto de Tohoku, los científicos han actualizado sus evaluaciones de riesgos sísmicos y mapas de peligros en Japón y otras regiones del mundo. Esto ha llevado a códigos de construcción más estrictos y otras medidas para mejorar la resiliencia ante terremotos y tsunamis.
Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para comprender plenamente el potencial de grandes terremotos y tsunamis y reducir los riesgos que plantean.