El cometa ISON se desintegró a finales de noviembre de 2013 durante su aproximación al Sol. Las observaciones realizadas por varios telescopios revelaron que el cometa se rompió en varios fragmentos antes de desaparecer finalmente de la vista. Se cree que el fragmento principal, conocido como ISON-A, se desintegró por completo, mientras que otros fragmentos más pequeños pueden haber sobrevivido y continuaron sus trayectorias alrededor del Sol.