La posible exoluna se encuentra alrededor de un planeta gigante gaseoso llamado Kepler-1625b, que tiene aproximadamente el tamaño de Júpiter y orbita una estrella a unos 4.000 años luz de distancia en la constelación de Cygnus.
El descubrimiento se realizó mediante una técnica llamada astrometría, que mide la posición precisa de las estrellas a lo largo del tiempo. Kepler-1625b hace que su estrella anfitriona se "bambolee" ligeramente mientras orbita, y la presencia de una exoluna haría que la estrella se tambaleara aún más. Al medir el movimiento de la estrella, los astrónomos pudieron inferir la presencia de una posible exoluna.
Sin embargo, los investigadores advirtieron que podría haber otras explicaciones para la oscilación, como otro planeta gigante o un grupo de objetos más pequeños orbitando alrededor de Kepler-1625b. Se necesitarán más observaciones y análisis para confirmar la existencia de la exoluna y determinar sus propiedades.
Si se confirma, el descubrimiento de una exoluna proporcionaría información valiosa sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios. También plantearía dudas sobre la posible habitabilidad de las exolunas, ya que algunas exolunas podrían tener las condiciones adecuadas para soportar agua líquida en sus superficies.
Aquí hay algunos detalles adicionales sobre la posible exoluna:
Nombre: Los investigadores proponen el nombre "Kepler-1625b I" para la posible exoluna.
Masa: La masa estimada de Kepler-1625b I es aproximadamente de 1 a 3 veces la masa de la Tierra.
Órbita: Kepler-1625b I orbita alrededor de Kepler-1625b aproximadamente cada 28 días.
Distancia: La distancia promedio entre Kepler-1625b I y Kepler-1625b es de aproximadamente 7,1 millones de kilómetros (4,4 millones de millas).
Temperatura: La temperatura superficial estimada de Kepler-1625b I es de alrededor de -226 grados Celsius (-375 grados Fahrenheit).
Ambiente: Se desconoce la presencia o composición de una atmósfera en Kepler-1625b I.
En general, la detección de una posible exoluna es un avance apasionante en el estudio de exoplanetas y podría allanar el camino para futuros descubrimientos de más lunas más allá de nuestro sistema solar.