Sí, las palomas mensajeras navegan usando un giroscopio en su cerebro. Este giroscopio forma parte del sistema vestibular, que ayuda a la paloma a mantener el equilibrio y el sentido de orientación espacial. El giroscopio está situado en el oído interno y consta de tres canales semicirculares llenos de líquido. Cuando la cabeza de la paloma gira, el líquido de los canales se mueve y estimula las células ciliadas que recubren los canales. Estas células ciliadas envían señales al cerebro, que las utiliza para calcular la velocidad angular y la orientación de la paloma.
El giroscopio es esencial para las palomas mensajeras porque les permite realizar un seguimiento de su dirección de vuelo. Sin el giroscopio, las palomas rápidamente se desorientarían y se perderían. Además del giroscopio, las palomas mensajeras también utilizan otras señales de navegación, como el sol, las estrellas y el campo magnético de la Tierra.