Betelgeuse es una estrella supergigante roja ubicada en la constelación de Orión, aproximadamente a 640 años luz de la Tierra. Es una de las estrellas más grandes y brillantes de nuestra galaxia, con un radio aproximadamente 1.000 veces mayor que el del Sol y una luminosidad varios miles de veces mayor.
Las nuevas observaciones, publicadas en la revista Nature, muestran que la superficie de Betelgeuse es altamente dinámica, con células convectivas gigantes, similares al agua hirviendo, que hacen que la superficie de la estrella palpite y entre en erupción. Estas erupciones son responsables de la pérdida de masa de la estrella, que se produce a un ritmo de aproximadamente 3 x 10^-8 masas solares por año.
Los investigadores creen que la pérdida de masa de Betelgeuse está impulsada por dos mecanismos:presión de radiación y pulsación. La presión de radiación es la fuerza hacia afuera ejercida por la intensa radiación desde la superficie de la estrella, mientras que la pulsación es la expansión y contracción regular de las capas externas de la estrella.
Según el equipo, la combinación de estos dos mecanismos crea ondas de choque que se propagan a través de la atmósfera de la estrella y alejan la masa de la estrella. También se cree que estas ondas de choque son responsables de la formación de nubes de polvo que rodean a Betelgeuse, que son visibles en las imágenes de ALMA.
Las nuevas observaciones proporcionan una mejor comprensión de las etapas finales de la evolución de estrellas masivas como Betelgeuse. Cuando estas estrellas agotan su combustible nuclear, sufren una explosión de supernova, liberando una enorme cantidad de energía y material al medio interestelar. Se cree que la pérdida de masa de Betelgeuse es parte del proceso preparatorio para esta eventual explosión.
Se espera que Betelgeuse explote como supernova dentro del próximo millón de años, y los astrónomos esperan ansiosamente este evento. Las nuevas observaciones de ALMA brindan pistas importantes sobre qué esperar cuando esto suceda.